No se puede comparar un programa de ficción bien escrito y respaldado por un libro con un reality show. Es como comparar manzanas con elefantes. Ambos son totalmente diferentes en su esencia misma.
Game of Thrones trata de una tierra ficticia, llena de fantasía y magia. Abarca varios años y trata con una gran cantidad de personajes. El elenco de estrellas es enorme y se jacta de tener un talento internacional realmente excelente. Tiene un valor y un costo de producción ejemplares y es una delicia para observar.
Bigg Boss, por otro lado, es un espectáculo de 3 meses de duración en el que las personas reales que juegan a sí mismas eligen permanecer completamente aisladas de la sociedad en una casa para realizar diversas tareas y así entretener a los espectadores que votan para retener a su concursante favorito en la casa para ganar Un gran premio.
Ambos programas tienen éxito en sus respectivos géneros y disfrutan de un gran seguimiento de fanáticos. ¡Bueno para nosotros!