Los chibis también se llaman “personajes súper deformados”, y por una buena razón. Son niños y niñas ultra miniatura, y muy pocos son más viejos que eso. Las proporciones son clave: la cabeza suele ser del mismo tamaño que toda la longitud del cuerpo. Lo que a menudo se pasa por alto es que la cabeza también es significativamente más ancha que la figura, lo que les da una apariencia linda y pesada.
La nariz casi siempre se omite por completo. Los ojos son grandes, pero la boca es pequeña. Sin embargo, cuando una situación provoca una gran reacción de un chibi, la boca puede volverse muy grande, tan grande que rompe el contorno de la cara (como cuando la boca cae por debajo del mentón). Los ojos pueden formar dos pequeños puntos vacíos, que muestran sorpresa o enojo. Las marcas de rubor, que indican ira o alegría, también agregan un sentido de energía a las expresiones.