Sí, en tres aspectos.
Pero primero, un pequeño contexto: soy un jugador mexicano de la vieja escuela. Estudié Ciencias de la Computación (aquí en México) a principios de los 90 (me gradué en 1994). En ese momento, las PC eran muy diferentes a las actuales: Plug & Play era solo un sueño húmedo, y había algunos estándares muy primitivos e incompletos (o ningún estándar en algunas especificaciones de hardware, por ejemplo, no DirectX). Los juegos, sin embargo, fueron tan demandantes de recursos como hoy. Para jugar un juego superior, necesitarías obtener el hardware (una buena tarjeta de video, una tarjeta de audio, un joystick, etc.), instalarlo y configurarlo (tanto para el sistema como para el juego). Además, la mayoría del software y la documentación estaban solo en inglés. Ah, y NO INTERNET; al menos no como lo sabemos ahora.
1. El esfuerzo requerido para configurar el hardware de juego realmente me dio una ventaja en mis estudios universitarios. Recuerdo que creé una biblioteca Pascal para habilitar y dibujar gráficos con una resolución de 320 x 200, 256 colores (un modo de video ampliamente utilizado por los juegos y reconocido por el estándar VESA VGA pero NO implementado en las bibliotecas de gráficos Pascal). Uno de mis amigos obtuvo documentación para habilitar y usar un mouse (rutinas implementadas en versiones posteriores de Pascal). Entonces, pudimos diseñar y crear algunos programas sofisticados mientras aprendíamos, obteníamos buenas calificaciones y nos divertíamos en el proceso.
2. El inglés fue otro aspecto en el que los videojuegos me ayudaron. Como mencioné antes, la mayoría del software y la documentación estaban en inglés, por lo que para mis estudios universitarios, leer y entender inglés era obligatorio en la práctica.
Esto comenzó años antes: tenía la clásica consola de Mattel Intellivision cuando tenía 10 años. Los juegos de Intellivision eran muy sofisticados para la época, con muchas características, pero no muy intuitivos: realmente necesitas leer el libro de instrucciones para saber cómo jugar. Mattel incluyó un folleto en español, pero en cierto momento Mattel dejó de distribuirlo a través de canales comerciales; era posible obtener juegos, pero estaban completamente en inglés. Obtuve un diccionario inglés-español e intenté traducir los folletos por mí mismo.
Más tarde, en mis años universitarios, aprendí muchas palabras nuevas gracias a los videojuegos. Sí, mi vocabulario aumentó principalmente con términos de fantasía, armamento y medievales, pero fue bastante útil en algunos casos.
3. Por fin, los juegos de rol en particular me ayudaron a desarrollar una habilidad que me ayudó años después, en mis primeros roles de gerente: gestión de habilidades. En un juego de rol, asigna diferentes roles a los personajes, en función de sus habilidades y equipos. Curiosamente, tengo una sensación muy similar al crear un equipo de trabajo y asignar responsabilidades, como cuando jugaba juegos de rol.
PD Perdón por mi inglés limitado. La moraleja aquí es: ¡no confíes en los videojuegos solo para desarrollar tus habilidades!