¿Qué podemos aprender del personaje infame y notorio de Joker de la serie de cómics de Batman?

El Joker es una expresión de puro caos. Sirve como un recordatorio de la facilidad con la que puede devolverse el orden. La mayoría de las veces, Joker está acompañado por un frenesí de actividad criminal en Gotham, lo que demuestra que su psicosis sirve para inspirar lo mismo en otros.

Él representa el lado oscuro de todos nosotros, el payaso en nosotros que se nutre del schadenfreude. Él es la anarquía encarnada. Él es lo que debe ser derrotado en nuestro ser personal, si se quiere imponer orden dentro de la mente.

El es el Joker.

Si bien no creo que el Joker tenga cualidades excepcionales que se puedan emular, hay mucho que aprender de la dinámica Joker-Batman.

Sus enfrentamientos regulares y las victorias en sus dos partes sugieren que la entropía y el orden siempre están en guerra dentro de todos nosotros. Se nos proporciona la prerrogativa para decidir el vencedor.

El caos puede ser lucrativo. En la ira, puede ser oportuno, pero siempre es destructivo.

Cuando Batman en nosotros sostiene el gatillo en la cabeza del Joker, siempre debemos recordar no apretar el gatillo. Esa es la verdadera lección que se debe aprender.

Que no tiene sentido aprender nada de él. O a alguien más.

En palabras simples ‘El lado malvado de los seres humanos’