¿Por qué los engaños de los “juegos para niños” proliferan tan fácilmente?

Estas historias, como cualquier noticia viral, son populares porque juegan en dos de nuestros defectos psicológicos más básicos:

Confirman nuestros prejuicios y apelan a nuestros miedos.

Cada generación en la historia ha mirado a la siguiente con cierto grado de desdén y confusión. Los avances tecnológicos y el cambiante panorama social, político y económico hacen que cada nueva generación de “niños” sea muy diferente de la generación adulta.

Los adultos no entienden a los niños. No entendemos su música, su jerga, sus interacciones sociales. Son raros y aterradores. Lo peor es que no recordamos ser como ellos, aunque probablemente lo fuéramos. Tomamos decisiones estúpidas. Actuamos tontos. A nuestros cerebros y cuerpos les llevó años crecer y madurar hasta convertirse en los adultos “responsables” que somos hoy.

Cuando leemos historias sobre niños que hacen cosas raras o estúpidas, no importa cuán extravagante parezca la situación, las creemos porque esas historias confirman nuestro prejuicio de que los “niños en estos días” son extraños y estúpidos. Los compartimos con nuestros otros amigos adultos responsables para decir: “¡Hola! ¡Mira a estos niños ser raros y estúpidos! ¡Asegúrate de que tus hijos no sean tan raros y estúpidos como ellos!

Alternativamente, los padres están aterrorizados de perder a sus hijos o hacer que terminen peor de lo que son como padres, por lo que cualquier historia que juegue sobre este miedo también aumentará las opiniones.

Confirmar lo que la gente quiere creer (incluso cuando es incorrecto) y jugar con sus miedos son excelentes maneras de obtener millones de “me gusta y compartir”.

Agregue a la mezcla que la generación actual controla los medios, y es fácil ver por qué estas ideas son tan dominantes.

Espera hasta que estos niños crezcan. Compartirán bromas ridículas y aterradoras sobre lo raros y estúpidos que son sus hijos y nietos también.