¿Por qué es tan adictivo jugar a las cartas?

No solo jugar a las cartas, muchas otras cosas y actividades son adictivas. Por ejemplo:

  • Ver partidos de TV de sus juegos favoritos para los amantes del deporte, dibujos animados para niños y jabones diarios para amas de casa, etc.
  • Jugar videojuegos y juegos en línea
  • Cotilleando y murmurando
  • Compras
  • Presumiendo
  • Redes sociales

Ahora, llegando al punto por el cual estas actividades son adictivas. La razón principal es que obtienen placer de estas actividades de ocio. Entretienen a la gente y la mantienen ocupada. Los ayudan a relajarse y rejuvenecer para que puedan deshacerse de todo tipo de estrés. Comienzan a gustarles tanto que dejan de gustarle todo lo demás.

Y si no pueden disfrutar de estas actividades favoritas, tienden a sentirse irritables o incluso pueden estar exasperados. ¡Eso es la adicción!

¡Depende de nosotros usar estas actividades para nuestro beneficio y no volvernos locos por ellas!

Todos estos juegos de cartas están diseñados con el concepto de fácil de aprender, muy difícil de dominar. Las cartas se ven tan inofensivas que ser golpeado por ellas se siente como un insulto a tu intelecto, por lo que haces un intento más a la vez y cuanto más lo intentas, más quieres ganar.

Las cartas nos dan la oportunidad de superar todas las probabilidades, es como la vida, aprovechas al máximo los recursos que tienes. Entonces las cartas se convierten en ti y no puedes perder, así que continúas. Es adictivo porque a tu mente le encanta.

Cualquier juego en el que las posibilidades de ganar parezcan altas, pero en realidad ganar es difícil, es adictivo. Las cartas también tienen un factor de “superar las probabilidades”, por lo que parece un desafío contra lo invisible y ganar contra tales probabilidades es una emoción como ninguna otra.