¿Cuál es la diferencia entre cómo juegan los niños y los adultos?

Cuando era niño jugaba juegos sin pensar demasiado en ello, tomé las historias al pie de la letra y no me preocupé demasiado por cosas que inicialmente no tenían sentido. Jugué juegos con un gran sesgo en la calidad gráfica y era un poco snob sobre la mecánica del juego. También estaba muy dispuesto a acumular grandes cantidades de tiempo en detalles insignificantes.

A medida que crecí, eso cambió un poco, estaba mucho más dispuesto a pasar por alto visuales de menor calidad y pude lidiar con una mecánica de juego deficiente si había una historia decente para manejarlo. A medida que obtuve más obligaciones y responsabilidades, mi tiempo también se hizo más valioso, por lo que mis objetivos de juego se volvieron más centrados.

Sin embargo, el cambio más grande fue en la comprensión de la historia, aunque todavía admiro una buena historia en sus valores nominales, ahora también miro más allá del caparazón y trato de descubrir la historia detrás de la historia, la inspiración, la razón de las opciones de diseño, los disfraces , ubicaciones y eventos. Disfruto de los juegos en un nivel completamente diferente y los aprecio mucho más que nunca cuando era niño.

Los adultos son más objetivos y serios, los niños tienen más probabilidades de perder el tiempo y probar cosas al azar en el juego. Los niños son más tolerantes al aceptar el irrealismo, los adultos esperan que las cosas sean más realistas.

Es una pregunta muy difícil de hacer, ya que cada persona (adulto o niño) es diferente.

Sin embargo, la mayoría de los adultos mayores juegan como una forma de relajarse y divertirse. No juegan competitivamente, no les gritan a sus equipos, etc.

Los niños más pequeños no tienen el alcance de la vida; El juego es una gran parte de su vida y, como tal, pueden sentir emociones mucho más fuertes por una pérdida o una victoria.

Los niños pueden aprender cómo comportarse a través de los videojuegos (no tan comunes como se cree), mientras que los adultos están más desarrollados y su comportamiento no se verá tan fácilmente influenciado por tales aportes.

Además, se ha demostrado que un adulto adquiere una psicología más infantil a medida que juegan, lo que demuestra que la diferencia entre un adulto y un niño que juega videojuegos es muy poca o nada.